STEPHEN KING (Español, Mediasat, 2002, 6 €)
REDRUM. Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y aunque
no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco
años. Y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las
imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero
Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor
del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM… MURDER, asesinato. Pero su
padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre
pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo,
tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar
la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien
habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo
iban a estar solos.
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